La educación, la alimentación, consideraciones de espacio y la dinámica familiar son aspectos importantes para quienes estén pensando en incluir un perro en la vida cotidiana.
Traer un cachorro al hogar es una experiencia emocionante, pero también una gran responsabilidad que no debe tomarse a la ligera. Adoptar implica hacerse cargo del bienestar del animal durante toda su vida. Así lo afirma la médica especialista en neonatología y pediatría veterinaria de Royal Canin, Alejandra Lable, quien entrega una serie de recomendaciones esenciales para una adopción responsable y el cuidado inicial de los cachorros.
Adopción responsable: aspectos clave a considerar
Antes de adoptar, es fundamental evaluar tres pilares: tiempo y dinámica familiar, espacio disponible y recursos económicos. “Un cachorro no es un juguete ni un accesorio. Requiere atención constante, educación y cuidados veterinarios, especialmente durante sus primeros meses de vida”, explica la Dra. Lable.
- Tiempo y dinámica familiar
Los cachorros necesitan dedicación diaria para aprender comportamientos básicos, como dónde orinar o defecar. A diferencia de los gatos, los perros requieren una guía constante.
Es crucial elegir un perro compatible con el estilo de vida de la familia. No todas las razas ni personalidades se adaptan a cualquier hogar. Algunas razas o perros adoptados de refugios pueden necesitar educación específica o entrenamiento profesional.
Se debe tener claro que el compromiso es a largo plazo: un perro puede vivir más de 15 años.
- Espacio disponible
El tamaño del hogar y sus condiciones son determinantes. Un perro grande o con alta energía no se adapta fácilmente a un departamento pequeño.
Cada perro tiene necesidades distintas. Lo importante es evaluar si el entorno es el adecuado para su bienestar.
- Recursos económicos
La salud de un cachorro requiere inversión. Las primeras visitas al veterinario, vacunas, desparasitaciones y alimentación adecuada son fundamentales.
A lo largo de su vida, el perro necesitará controles médicos preventivos, lo cual representa un gasto regular y necesario.
¿Qué dice la deposición de tu cachorro sobre su salud?
Observar las deposiciones del cachorro puede brindar información valiosa sobre su estado de salud. Según la Dra. Lable, existen varios aspectos que los tutores deben monitorear:
- Consistencia y forma: las heces deben estar formadas (similar a un cilindro) y consistentes. En cachorros sanos, incluso desde el período neonatal, suelen ser duras y bien definidas.
- Color: el color típico de las heces sanas es café, variando ligeramente según el alimento. No deben presentarse tonalidades verdes, blancas ni rojizas. Estas últimas pueden indicar sangre y requieren atención veterinaria.
- Contenido: es importante observar si hay parásitos, objetos extraños, pelos o partes no digeridas, lo cual puede ser señal de problemas de salud o comportamientos inadecuados.
- Frecuencia y volumen: lo común es que un perro defeque una o dos veces al día. Cada cachorro tiene su propio patrón, y conocerlo permite detectar cambios anormales.
- Olor y gases: aunque el olor de las heces nunca es agradable, debe ser relativamente constante. Un olor ácido o inusualmente fuerte puede indicar trastornos digestivos. Asimismo, los gases excesivos, en perros que no son de razas braquicéfalas (como bulldogs o pugs), pueden ser signo de mala digestión o consumo excesivo de aire al comer.
Los especialistas de ROYAL CANIN®️ llamado adoptar con responsabilidad, ya que, no solo mejora la calidad de vida del animal, sino también la de la familia que lo recibe. La preparación previa y el seguimiento de señales simples, como el estado de las heces, pueden marcar una gran diferencia en la salud y bienestar del nuevo miembro del hogar.

















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